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¿En qué consiste una alimentación saludable y nutritiva?

alimentación saludable
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La alimentación saludable es un tema que está cada vez más presente en la mente de las personas. Ya no es un asunto distante de nuestra realidad, pero no deja de ser un tema complejo que necesita que nos informemos bien.

Existen mitos, conclusiones ambiguas y, como es de esperar, mucha información errónea circulando por Internet.

Por eso, hemos escrito este artículo, para que puedas saber exactamente en qué consiste una alimentación saludable, qué características tiene y, cómo planificar una dieta saludable y equilibrada.

¡Continúa leyendo!

Primero, hablemos de la alimentación

La alimentación como un todo está formada por elementos que constituyen el proceso de alimentarnos, en el que tenemos:

  • Los alimentos que consumimos;
  • La dieta, es decir, cómo combinamos equilibradamente dichos alimentos;
  • La nutrición, o sea, la utilidad de cada alimento para sustentar nuestro ciclo vital.

Nos alimentamos varias veces al día y la forma en que realicemos este proceso definirá si estamos ayudando a nuestro cuerpo a conservar la salud o si estamos haciendo lo contrario.

¡Esto significa que nosotros tenemos el poder de incidir directamente en nuestra propia salud!

Pero ¿de qué se trata la salud?

Generalmente, cuando se habla de salud imaginamos médicos, enfermeros y hospitales, cuando, en realidad, eso es solo una parte.

Pensar en salud es pensar en mantenernos saludables y considerar a otros trabajadores de la salud como aquellos que potabilizan el agua, higienizan el ambiente en que vivimos, producen alimentos y, también, los que nos enseñan a alimentarnos adecuadamente.

Comprender eso es fundamental para que podamos visualizar el vínculo que existe entre lo que ingerimos y nuestra energía, disposición y buen ánimo.

Con una buena alimentación podemos cuidar de nuestra salud y prevenir enfermedades, tanto físicas como psicológicas.

La nutrición

Está claro que ingerir alimentos no es algo opcional, es algo inevitable para nuestra subsistencia. Todos los seres vivos necesitamos ingerir nutrientes para sustentar los cambios químicos y biológicos que nuestras células realizan continuamente. Este proceso se llama metabolismo.

Debemos incorporar nutrientes en nuestro organismo para que se produzca la regeneración de tejidos dañados y para que los procesos vitales sucedan, pues, al igual que cualquier otro proceso, necesitan de energía para realizarse.

Este proceso se divide en cuatro partes:

  • Ingestión: Es cuando el alimento ingresa en nuestro organismo a través de la boca y comienza, con la masticación y la saliva, el proceso de digestión.
  • Digestión: Es el proceso de simplificación de los alimentos para que lo útil pueda ser absorbido.
  • Absorción: Es el proceso de incorporar a la sangre los nutrientes y sustancias asimilables.
  • Defecación: Es la eliminación y expulsión de nuestro organismo de todo lo residual.

Es obvio que todos los seres humanos debemos seguir este proceso, pero la mayoría de las personas no suelen prestarle la atención que merece, y por eso es que estar realmente saludable es algo poco común.

La dieta

“Ni la saciedad ni el hambre —ni cosa alguna que exceda lo que la naturaleza quiere— son buenas” Hipócrates sobre la dieta, Grecia aproximadamente 460 a. C. Te sorprenderá saber que el significado etimológico de la palabra dieta es modo de vida. Por eso, cuando hablamos de dieta siempre lo relacionamos con calidad de vida, pues son hábitos alimenticios que cultivamos con una proyección en el tiempo.

Este factor es importante porque además de los alimentos y nutrientes, cuando establecemos una dieta tenemos que definir una periodicidad. Por ende, también, como parte del concepto de saludable está la idea de comer menos cantidad más veces al día.

Pero ¿cómo puedo crear una dieta a mi medida?

La buena noticia es que alimentarnos de forma saludable se convirtió en una tendencia y, hoy en día, es posible que todos tengamos el control de nuestra dieta.

Por eso, a continuación te ayudaremos a resolver las dudas que tengas respecto al tema para que logres una dieta a tu medida.

Pero ¡cuidado! Esto no significa que no debas acudir a un nutriólogo para asesorarte, ya que él podrá adaptarte a una dieta dependiendo de tus necesidades alimenticias.

¿En qué consiste una alimentación saludable?

Técnicamente, y a modo general, una alimentación saludable es aquella que está bien administrada en nuestro día y contiene una combinación equilibrada de carbohidratos, proteínas, grasas —que son los llamados macronutrientes—, vitaminas, minerales —que son los llamados micronutrientes— y agua.

Pero también es un estado mental en el cual comprendemos y colaboramos activamente con nuestros procesos biológicos y vitales.

Es decir, una alimentación saludable es una mezcla de nutrientes y actitud, un esfuerzo para establecer una dieta equilibrada y adecuada a nuestra rutina que contenga más alimentos favorables para nuestro organismo y reduzca al máximo los menos favorables.

¿Qué características tiene una alimentación saludable?

Una alimentación saludable debe ser:

  1. Completa;
  2. Equilibrada;
  3. Variada;
  4. Bien administrada durante el día;
  5. En la justa medida.

¡Continúa leyendo que vamos a analizar estas características punto por punto!

1. Completa

Una dieta para ser completa debe combinar varios factores, los cuales dependen de qué es lo que quieres conseguir y cuál es tu contexto, pero, a modo general, debe tener los siguientes elementos:

  • Macronutrientes: Los cuales constan de carbohidratos, proteínas y grasas.
  • Micronutrientes: Son las vitaminas y sales.
  • Agua.

2. Equilibrada

Nuestros platos tienen que tener un equilibrio pensando en nuestras necesidades. En promedio una dieta para ser equilibrada tiene que ser de:

  • 46% de carbohidratos;
  • 30% de proteínas;
  • 24% grasas;
  • Contar con micronutrientes —como vitaminas A, B, C, D, sodio, hierro, potasio, fósforo, zinc, yodo y calcio.

Ten en cuenta que estas proporciones de macronutrientes pueden cambiar dependiendo del contexto de nuestro día a día y nuestras características particulares.

A pesar de que parezca medio confuso, uno de los puntos favorecedores que tienen los alimentos es que ya están divididos por tipos y que estos se pueden combinar logrando un sinfín de recetas que permitan una alimentación saludable.

3. Variada

Ahora vamos a una parte un poco compleja, pero que es de gran utilidad: conocer cuáles son los mejores alimentos para combinar en un plato y obtener el equilibrio necesario.

Carbohidratos o hidratos de carbono

Cuando hablamos de "ricos en carbohidratos" nos referimos a alimentos que tienen 50 gramos o más de carbohidrato por cada 100 gramos de alimento. Algunos de ellos son:

  • Azúcar;
  • Arroz —blanco e integral—;
  • Pastas y masas;
  • Panificados;
  • Harina de maíz;
  • Cebada;
  • Centeno;
  • Avena;
  • Frutas secas;
  • Habas;
  • Chocolate.

También hay alimentos que tienen un promedio más bajo de carbohidrato —entre 16 gramos y 49 gramos— como por ejemplo:

  • Pan integral;
  • Garbanzos;
  • Castañas;
  • Papa.

Si quieres consumir carbohidratos, pero a una menor medida, estos te pueden servir.

Proteínas

Las proteínas están compuestas de aminoácidos y se dividen en:

  1. Esenciales: No son producidos por el cuerpo y, por lo tanto, debemos obtenerlas a través de la alimentación.
  2. No esenciales: Son producidos por el cuerpo.

Veamos a continuación algunos de los alimentos que nos dan proteínas esenciales:

  • soja;
  • leche;
  • salmón;
  • pechuga de pavo;
  • pechuga de pollo;
  • avena;
  • claras de huevo;
  • almendras;
  • yogur griego;
  • carne magra de cerdo;
  • filete de ternera;
  • lentejas;
  • atún;
  • mejillones;
  • garbanzos.

Como ves, puedes tener una dieta bastante variada y conseguir todas las proteínas que necesitas.

Tipos de grasa

Ahora veamos los ingredientes que nos aportan grasas. Aquí también tenemos que hacer una división entre:

Grasas malas

Son las que nos pueden provocar problemas de salud porque aumentan el colesterol, producen coágulos en los vasos sanguíneos y arteriosclerosis.

Además, puede ser extremadamente peligroso para el corazón si se producen bloqueos en el flujo de sangre, y para el cerebro si esos bloqueos suceden en los vasos sanguíneos.

Las grasas malas pueden ser:

  • Saturadas: En su mayoría son de origen animal y se caracterizan por ser sólidas a temperatura ambiente. Entre estas están la grasa de carnes rojas y cerdo, grasa láctea y manteca, quesos, piel de pollo y aceite de palma.
  • Hidrogenadas: La hidrogenación es un proceso químico que convierte aceites vegetales en grasas sólidas, como es el caso de la margarina.
  • Trans: Es la grasa hidrogenada usada a nivel industrial en casi todos los productos snack y los productos precocidos que solo precisan ir al horno o al microondas para ser consumidos.

Grasas buenas

Estas grasas tienen un alto nivel calórico, por lo tanto se deben consumir con moderación porque pueden aumentar tus triglicéridos. Entre estas están:

  • Poliinsaturadas: Aceites vegetales que son líquidos a temperatura ambiente y ricos.
  • Monoinsaturadas: Aceite de oliva o cártamo, aguacate, nueces y semillas.
  • Ácido graso Omega 3: Es un poliinsaturado de origen marino que se considera excelente para nuestra salud cardiovascular.

Alimentos con grasas buenas:

  • Aceite de oliva extra virgen: Un alimento considerado de los mejores, no tiene contraindicaciones y hace bien para la salud. Contiene ácidos grasos omega 3, vitaminas E y K, ácido oleico y diversos antioxidantes.
  • Aguacate: Una fruta que también es altamente conceptuada en el mundo de la alimentación por todos sus atributos. Diferente de otras frutas, el aguacate tiene carbohidratos y, además, vitaminas C y K, potasio y fibra. Reduce el colesterol y alivia síntomas de artritis.
  • Frutos secos: Son sanos y ricos en grasas. Tienen fibra, proteína, vitamina E y magnesio, además de que previenen la diabetes. Algunos frutos secos son las nueces y las almendras.
  • Pescados azules: Son una fuente excelente de ácidos grasos Omega 3 y proteína. Previenen enfermedades cardiovasculares, aceleran la recuperación muscular, tienen efectos sobre nuestro humor y potencian nuestro desempeño cuando entrenamos. Algunos pescados azules son el atún, salmón, sardina y arenque.

Micronutrientes

Vitaminas

  • B12: La encontramos en cereales y carnes blancas.
  • Vitamina D: Fundamental para la salud de nuestra estructura ósea. La encontramos en pescados azules, hígado bovino y hongos.
  • Vitamina A: Es un nutriente muy famoso que ayuda a la visión y la obtenemos en la zanahoria, la espinaca y los lácteos.
  • Vitamina C: También llamada ácido ascórbico, es una de las principales aliadas contra enfermedades inmunológicas.

Sales

  • Sodio: La famosa sal está compuesta por 40% de sodio y 60% de cloro. Es la principal fuente de sodio y, gracias a ese elemento, controlamos la cantidad de agua para mantener el PH en la sangre, regular los fluidos, trasmitir impulsos nerviosos y a relajar nuestros músculos.
  • Hierro: Es un mineral muy presente en carnes rojas, principalmente en el hígado de bovinos. Ayuda a transportar oxígeno y dióxido de carbono.
  • Magnesio: Un mineral que podemos encontrar en los frutos secos, en el maní, lentejas y frijoles. También tiene incidencia directa en los músculos.
  • Potasio: Está presente en todas las frutas y hortalizas y es esencial para lo que se denomina equilibrio osmótico —esto es la cantidad necesaria de agua en las células.
  • Fósforo: Lo encontramos en frutos secos, huevos y legumbres. Es importante para producir proteínas para el crecimiento, conservar y recuperar células y tejidos. También ayuda al cuerpo a producir ATP —la cual es una molécula de almacenamiento de energía.
  • Zinc: Está en lácteos, frutos secos, carnes, garbanzos y frijoles. Ayuda al crecimiento y a la salud reproductiva.
  • Yodo: Es fundamental para formar hormonas metabólicas. Lo encontramos en los mariscos.
  • Calcio: Presente en vegetales y lácteos. Fundamental para la salud de nuestra estructura ósea.

Ahora que ya sabemos un poco más sobre en qué alimentos encontrar los nutrientes necesarios, vayamos a la parte de combinarlos en una receta para distribuirlo en forma de comidas durante el día.

4. Bien administrada durante el día

Como mencionamos anteriormente es muy importante comer menos cantidad y más veces durante el día porque mantiene activo nuestro metabolismo y no se producen excedentes de energía que pueden convertirse en grasa.

Desayuno

Es tal vez la comida más importante del día, pues es la que nos da la energía para iniciar nuestras actividades.

El cuerpo pasó toda la noche sin comer y está empezando a despertarse, por eso puede ser que muchas veces no tengamos la sensación de apetito, sin embargo es fundamental desayunar.

Es importante que el desayuno cubra el 25% de las calorías que necesitamos. Debe tener cereales, lácteos, frutas y algún tipo de proteína más fuerte, como la clara de huevo, por ejemplo.

Media mañana

A media mañana es muy importante comer un bocadillo para mantener la energía. Puede ser una fruta, frutos secos o un sándwich leve. Esta comida también es conocida como "colación".

Comida o almuerzo

Es el momento del día que, generalmente, divide nuestra jornada y suele durar 1 hora. El cuerpo ya está en actividad y por eso es importante recargar energía con una porción un poco más generosa.

Es posible que tengamos sensación de apetito, pero no abuses, recuerda que esa sensación a veces engaña.

Monta un plato colorido que tenga:

  • Carbohidrato: Arroz, pasta, papas o maíz.
  • Proteína: Carnes, huevo.
  • Grasas: Aceite, queso.
  • Micronutrientes: Ensaladas, fruta.

Media tarde

Generalmente, después del almuerzo, con toda la comida que ingerimos, nos enfrentamos a un período más extenso de trabajo antes de degustar otra comida.

Si has almorzado poco, a media tarde puedes comer un bocadillo antes de la merienda.

Merienda

Esta comida es muy interesante, pues depende mucho de tus actividades después del trabajo o del estudio. Por ejemplo, entrenar o salir con amigos. En fin, muchas actividades que tal vez son más leves, pero que también demandan energía.

Para esta comida caen bien:

  • lácteos;
  • batidos;
  • cereales.

Son una excelente opción que no te dejará pesado. Recuerda que ya has ingerido bastantes nutrientes durante el día.

Cena

¿Cenar o no cenar? ¡Esa es la cuestión! Si cenas, pones en tu organismo energía que no usarás y, si no cenas, no conseguirás dormir y estarás de mal humor. Entonces, resolvamos este punto: ¡cena siempre, pero cena bien!

Recuerda que el metabolismo se beneficia del alimento ingerido, no es bueno saltarnos comidas, pero para que la cena sea buena debes evitar todo lo que sea pesado o que fermente en tu estómago.

Carnes magras, verduras y clara de huevo son excelentes opciones. Existe una gran variedad de opciones de recetas para elegir.

5. En la justa medida

Para saber la medida justa debes calcular pensando en tu contexto —clima por ejemplo— tus características físicas —edad, peso, género—, tus hábitos —tipo de trabajo que realizas si estás en movimiento o es sedentario— y tus actividades diarias.

Por día es importante ingerir:

  • Proteínas: Entre 0,8 - 1,5 gramos por cada kilo que pesas.
  • Carbohidrato: Entre 3 - 5 gramos por cada kilo que pesas.
  • Grasas buenas: Entre 20 - 40 gramos por día, independientemente de cual sea tu peso —una cucharadita de aceite de oliva tiene aproximadamente 20 gramos.

Vayamos ahora a la última parte de este artículo en el que veremos cómo utilizar toda esta información para saber cómo planificar una alimentación saludable. 

¿Cómo planificar una alimentación saludable y equilibrada?

Entonces, pongamos manos a la obra y vamos a planificar nuestra dieta saludable para aumentar nuestra calidad de vida, cuidar de nuestra salud y, por supuesto, mejorar nuestro entrenamiento.

Creando un menú semanal

¡Funciona, no lo dudes! Si planificamos la semana y realizamos las compras necesarias para estar abastecidos a la hora de cocinar todo será más sencillo. Un buen plan organiza las ideas, anticipa los problemas y garantiza la variedad.

Tenemos que dividir en 7 días y pensar en 4 comidas por día (desayuno, comida, merienda y cena) y 2 colaciones a media mañana y media tarde. Esto es fundamental porque si no lo dejamos todo planeado, no conseguiremos mantener el ritmo.

Abastecerse

Comprar el alimento es una parte fundamental. Deja establecido un día para realizar las compras y piensa de la siguiente manera:

  • Fruta: Todos los días como mínimo 3 veces al día en el desayuno y en las dos colaciones. No tiene contraindicaciones.
  • Verduras: Todos los días, en el almuerzo siempre y, en la cena es lo más aconsejable. No tiene contraindicaciones
  • Huevos: 1 por día en cualquiera de las comidas.
  • Lácteos: Todos los días leche, yogur, queso en el desayuno y puede ser en la merienda.
  • Panificados: Todos los días máximo 60 gramos.
  • Cereales: Todos los días 30 gramos.
  • Pasta, arroz, maíz, papa: Carbohidratos con almidón, son acompañamientos muy comunes en todas las dietas, intercálalos en la semana.
  • Legumbres: Garbanzos, lentejas, frijoles por lo menos una vez por semana. Si quieres reducir la ingesta de carne son un buen sustituto proteico.
  • Carnes rojas magras, ave o pescado: Una vez al día en el almuerzo una porción de 150 gr es más que suficiente. Intercala durante la semana.
  • Frutos secos: Puede ser todos los días, una porción de 30 gramos es suficiente.

Basándote en estas referencias, puedes crear tu calendario semanal de alimentación a tu medida.

¿Cuánto comer en cada comida?

A continuación te daremos una idea, recuerda que cada cuerpo es diferente y tus metas dependerán en gran medida.

  • Desayuno 350 gramos: Lácteos 200ml, pan 60 gramos, cereales 30 gramos y una fruta 50 gramos, aproximadamente.
  • Media mañana 50 gramos: Una fruta o frutos secos.
  • Almuerzo 450 gramos: 150 gramos de carne o legumbres, 150 gramos de pasta, arroz, papa o maíz, 100 gramos de ensalada, una fruta 50 gramos.
  • Media tarde 30 gramos: Fruta o frutos secos.
  • Merienda 300 gramos: Lácteos 200ml, clara de huevo, una fruta o un sándwich pequeño.
  • Cena 250 gramos: Ensalada 200 gramos y una porción pequeña de carne magra 50 gramos.

Para que estés completamente seguro respecto a la cantidad exacta para ti, ¡no dudes en visitar a un médico especialista!

¡Consejos para una alimentación saludable!

Y, para finalizar, te daremos algunos consejos prácticos:

  • Prioriza frutas y hortalizas;
  • Elige carbohidratos del grupo de las féculas que tienen más almidón y, en el caso de las harinas y el arroz, usa los productos integrales;
  • Aprovecha la planificación para no consumir alimentos perjudiciales como los snacks y la comida rápida en general;
  • No descuides la lista de compras para garantizar la variedad;
  • Trata de tener un horario que sea regular;
  • Piensa en que las porciones sean adecuadas a tu demanda de energía;
  • Haz ejercicio, pues la actividad física no solo es buena para el cuerpo, sino que también ayuda a una mente sana;
  • Prioriza los sabores naturales o con azúcares de las frutas, evita los refinados;
  • Hidrátate bien —por lo menos 1,5 litros de agua por día—;
  • Disminuye tu consumo de sal.

¡Sigue estos consejos y verás cómo empiezas a sentirte más saludable!

Debido a lo atareado que normalmente tenemos el día es común que no logremos planificar un menú basado en una alimentación saludable.

Por este motivo, resulta imprescindible para nosotros hacerte llegar un plan semanal de platillos que tienen una única finalidad: promover una comida variada, completa y balanceada.

Te tenemos preparado un plan excelente, adaptable y, por supuesto, basado en una alimentación saludable; de lunes hasta el domingo.

Y, como anticipamos anteriormente, consta de 4 comidas por día, haciendo dos colaciones a media mañana y tarde.

Conoce el siguiente plan semanal de platillos saludables. ¡No pares de leer!

Lunes

¡Iniciemos la semana con una dieta saludable!

Desayuno

Tostada de tomate, aceite de oliva y aguacate; acompañado de yogur a elección.

Nos aporta buenas cantidades de grasas saludables, antioxidantes naturales, fibra, Omegas 6 y 3.

Comida

Pechuga al horno con verduras y especias. Se trata de un platillo rico en vitaminas, minerales, con proteínas magras de alto valor biológico.

Merienda

Bol de yogur natural con nueces y fresas; le puedes agregar coco rallado para darle un toque exquisito; suele ser una excelente idea post entreno.

Cena

Crema de calabaza, cebolla y garbanzos tostados; podemos incluir un huevo duro para un aporte de proteínas ideal.

Martes

Ni te cases ni te embarques, ¡pero mantén tu alimentación saludable! Vamos con la planificación del segundo día de la semana.

Desayuno

Bol de yogur con manzana y granola; suave pero excelente en niveles de fibra, grasas saludables y ayudando a reducir los niveles de colesterol. Logrando prevenir enfermedades cardiovasculares.

Comida

Crema de puerro y manzana junto con solomillo de cerdo con arroz integral. Delicioso, completo y nutritivo.

Merienda

Yogur natural con fresas. No te olvides de lavar muy bien la fruta antes de mezclar.

Cena

Ensalada de lechuga, cuscús y remolacha.

Te recomiendo darle un toque de aceite de oliva, limón, ajo y pimienta. De esta manera, le estarás agregando un sabor espectacular, vitamina E, C y buenos niveles de grasas buenas.

Miércoles

¡Ya estamos en mitad de semana!

Desayuno

Tostada con tomate y tortilla de calabacín. ¡Empecemos el día con energía!

Usemos rebanadas de pan integral con un rocío de aceite de oliva extra virgen. ¡Notarás la diferencia!

Comida

Ensalada de pollo a base de lima y salsa picante; se trata de una ensalada rica en proteínas, vitamina C y minerales.

Es exquisita y de fácil preparación, con altos valores nutricionales, por ende, es una de las recetas de almuerzos saludables que te recomiendo.

Merienda

Galletas de almendras para tu merienda. Incluye en su preparación uno de los frutos secos más nutritivos, rico en fibras, hierro, calcio, proteínas y grasas buenas.

¡Te dará la energía que necesitas para seguir tu día!

Cena

¿Cómo mantener una alimentación saludable a última hora de un miércoles?

Tortitas de avena con zanahoria sin freír, son la alternativa perfecta. Tienen poca cantidad de grasa, suave textura y fáciles de preparar,

La avena se considera un súper alimento porque mejora la digestión, acelera el metabolismo y, además, aporta distintas propiedades benéficas a nuestra salud.

Jueves

No paremos, ¡sigamos con nuestra alimentación saludable!

Desayuno

Tostadas de queso, tomate y acompañado con una naranja o fresas.

Utiliza queso fresco, trozos de tomate cherry y nueces. Es un desayuno potente, con buen nivel de grasas saludables —por las nueces—, antioxidantes —tomate—, fibra del pan, vitamina C —naranja o fresas— y calcio del queso.

¡Comenzar el día con el pie derecho es imprescindible en cualquier rutina!

Comida

Berenjenas rellenas con verdura, pollo y huevo duro.

Para esto necesitarás: 2 berenjenas enteras, calabacín, pimiento rojo y verde, champiñones, pechuga de pollo, huevo, aceite natural, sal, pimienta y queso rallado.

Como puedes ver, es muy completo, variado y contiene: vitamina E, C, fibras y, por si fuera poco, proteínas de alto valor biológico del pollo y huevo, lo cual es fundamental para aumentar la masa muscular.

Merienda

Yogur con arándanos y pistachos. Es un snack muy nutritivo, rico en calcio, vitamina D, C y B, proteínas vegetales y fibra gracias al pistacho.

Cena

Calabacitas a la mexicana con queso fresco; para finalizar el día.

Es una receta con bajos niveles de grasa y con altos contenidos de vitaminas y minerales. ¡Debes probarla!

Viernes

Ya estamos en el último día hábil. ¡Veamos qué preparar!

Desayuno

Porridge de avena con yogur vegetal. Al finalizar el platillo, agrégale semillas de chía y frutos rojos para darle color, vitaminas, fibras y calcio a tu desayuno.

Comida

Espaguetis de calabacín salteados con quinoa y gambitas.

¡Este plato contribuye en nuestra alimentación saludable al 100%!

Merienda

Pudin de chía; es una excelente forma de agregar este maravilloso alimento en tu día.

Cena

Tostada, crema de guisantes y huevo. Fuente natural de proteína integral, calcio, sodio, hierro, zinc, selenio, potasio, fósforo y bajos aportes calóricos.

¡Usar preferiblemente pan integral!

Sábado

¡Empezó el fin de semana! A continuación, vamos con los platillos saludables.

Desayuno

Tostadas con plátano y crema de cacahuate. Con un poco de pan integral, un plátano mediano y una crema de cacahuate sin azúcares añadidos.

¡Buenísimo!

Comida

Pollo con vegetales en rollo. Se trata de un almuerzo saludable, haciendo una mezcla de pollo, verduras y panes de pita.

¡Excelente!

Merienda

Cheese cake sin carbohidratos. Es un postre sencillo, cremoso, con un sabor fantástico para disfrutar sanamente por su bajo nivel de calorías.

Cena

Tortitas de elote y rajas poblanas, acompañadas con un rico arroz amarillo o ensalada. ¡Fantásticas!

Domingo

Llegamos al último día de la semana. ¡Continuemos!

Desayuno

Crepas rellenas de frutas troceadas y canela. ¡Perfecta receta nutritiva y fácil para iniciar la mañana!

Comida

Sándwich verde, se trata de un platillo exento de carne, por ende, es un aliado de los vegetarianos. ¡Riquísimo!

Merienda

Panqueques de avena, ha aparecido varias veces este ingrediente, ¿cierto?

Definitivamente, ¡es que se trata de un cereal espectacular!

Cena

Ensalada de nopales. ¡Es una excelente manera de finalizar la semana!

¡Para finalizar!

Todos los días después del desayuno y luego de la merienda, hay que ingerir 2 colaciones que pueden ser: sándwich integral con aguacate y queso, barrita de cereales, galletas integrales sin azúcar, frutas frescas. De esta manera, estarás completando una planificación diaria y semanal.

¡Aprovecha todos los beneficios que te ofrece una alimentación saludable y balanceada!

¡La mesa está servida!

Hemos llegado al final de este artículo en el que te contamos a detalle en qué consiste una alimentación saludable. Es tanta información que a primera vista parece muy difícil, pero verás que a medida que vayas aplicando estos consejos comenzarás a disfrutarlo.

Recuerda la antigua y famosa frase: ¡hay que comer para vivir y no vivir para comer! Haz de tus comidas una experiencia trascendental que te ayude a cultivar la salud espiritual y física.

¿Ya practicas una alimentación saludable? Y si no, ¿qué estás esperando? ¡Comienza a cambiar tus hábitos alimenticios! ¡Déjanos un comentario sobre tu experiencia!