¿Qué es una dieta saludable?: ¡todo lo que necesitas saber!
¿Sabías que todos hacemos dieta sin darnos cuenta? Sí, aunque no lo creas, la dieta no solo trata de la restricción de alimentos para bajar de peso, sino que es todo el conjunto de hábitos que tenemos a la hora de alimentarnos. ¡El truco está en que estos hábitos nos lleven a una dieta saludable!
Técnicamente, si tienes una alimentación basada en comida rápida, es una dieta, aunque desde luego, no es para nada saludable. Pero, entonces, ¿qué es una dieta saludable después de todo?
¡Justo esto es lo que veremos en este artículo! ¡No te lo pierdas!
¿Qué es una dieta saludable?
Una dieta saludable es todo el plan alimenticio en donde ingerimos la cantidad adecuada de nutrientes, calorías y proteínas con relación a nuestro peso, edad, estatura y sexo.
De igual forma, las dietas deben estar realizadas con base a tu Índice de Masa Corporal (IMC), Por eso, es muy importante que acudas con un nutriólogo para que pueda darte un plan de alimentación hecho y pensado 100% a tu medida.
Una dieta saludable te permitirá tener una mejor calidad de vida, un buen metabolismo y serás menos propenso a enfermedades. Es importante destacar que ninguna dieta saludable es objetivamente mejor que otra; toda dieta debe adaptarse a las necesidades de cada persona y a la etapa en la que se encuentra.
Hay dietas saludables para cada etapa de vida. Por ejemplo, hay dietas para mujeres embarazadas, para niños en crecimiento, para personas enfermas de presión arterial o diabetes, para aumento de peso y —las más comunes— para perder peso.
La dieta que debes adoptar depende totalmente de tu cuerpo y el estilo de vida que llevas. Esa es la clave para tener una dieta saludable. A continuación, te presentamos algunos tipos de dietas saludables.
*Recuerda que el mejor plan de alimentación es aquel que es supervisado por un profesional.
1. Dieta hipocalórica
La dieta más conocida y a la que muchos temen. No obstante, es una dieta muy importante y es necesaria de implementar en algunos casos debido a nuestro estilo de vida sedentario.
En la dieta hipocalórica, el objetivo es lograr un déficit calórico entre las calorías que ingresan a tu cuerpo y las que gastas, todo esto para bajar de peso. Aunque es una dieta algo restrictiva, es muy saludable para personas con sobrepeso u obesidad, ya que te permite bajar al peso que necesitas y eliminar el exceso de calorías.
Es muy importante que el plan de alimentación sea balanceado, sin embargo, la dieta hipocalórica tiene una desventaja y esta es que, después de un tiempo bajo este régimen, te puedes estancar o, peor, tener un efecto rebote.
Es por ese motivo que las dietas hipocalóricas no pueden mantenerse durante tiempos prolongados y solo deben efectuarse para cumplir el objetivo de pérdida de peso.
El efecto rebote surge como un mecanismo de defensa de tu cuerpo, ya que de esa forma tu metabolismo entra en un estado en el que gasta menos energía. En otras palabras, se ralentiza, causando la recuperación del peso perdido.
No obstante, no debes alarmarte por eso. Si estás realizando una dieta hipocalórica, tu nutriólogo te orientará para superar esta parte y mantenerte en tu peso ideal.
2. Dieta cetogénica
La dieta cetogénica, es una dieta basada en grasas —sí, leíste bien. Aunque no lo creas, esta dieta puede dar buenos resultados para la pérdida de peso. Su secreto está en enfocarse en las grasas y proteínas, restringiendo el consumo de carbohidratos.
De esta manera, al haber pocos carbohidratos en el organismo, tu cuerpo se verá forzado a consumir la grasa almacenada, logrando así la esperada pérdida de peso.
La dieta cetogénica, cuenta con una amplia variedad de alimentos que puedes consumir como:
- grasas buenas como las del aguacate, aceite de oliva o coco, y la mantequilla;
- de igual forma, cuenta con grandes fuentes de proteína como el huevo —tan solo la clara trae una gran cantidad proteína—;
- carnes rojas y de pescado, siendo el pescado un gran porcentaje de aceites grasos omega 3 y omega 6;
- nueces y semillas que cuentan con aminoácidos esenciales.
Por otro lado, los alimentos que quedan restringidos en este régimen de alimentación son:
- pan;
- azúcar;
- carbohidratos como el arroz, frijoles y maíz;
- pastas.
Es más llevadera de lo que parece si consigues recetas prácticas y sencillas de hacer.
3. Dieta normocalórica
¿Qué ocurre cuando no hay un déficit o un incremento calórico? Pues, en este caso, se entra en una etapa normocalórica o de mantenimiento.
La dieta normocalórica consiste en proveerle a nuestro cuerpo la misma cantidad de calorías que gasta diariamente. Esta dieta debe implementarse después de haber conseguido el objetivo inicial, ya sea la pérdida de peso o el aumento de masa muscular.
La etapa de dieta normocalórica suele ser menospreciada por muchas personas, ya que, al lograr el resultado, algunas personas suelen confiarse y tienen un efecto rebote importante. No obstante, la realidad es que el fin de una dieta es un momento fundamental y es clave tomar los pasos necesarios para volver a una rutina alimenticia más regular. De lo contrario, todo el esfuerzo se verá mermado.
4. Dieta hipercalórica
Este plan de alimentación tiene como objetivo aumentar volumen y masa muscular. En esta dieta, es importante la ingesta diaria de muchas calorías en conjunto con proteínas y una buena rutina de ejercicio.
En estas dietas, el consumo de calorías es elevado, ya que los músculos necesitan gran cantidad de energía y proteína para poder formarse. Asimismo, son dietas muy balanceadas contando con una gran variedad de alimentos.
Entre los alimentos que se pueden encontrar en las dietas hipercalóricas o para aumento muscular están:
- proteínas —como la pechuga de pollo y el huevo—;
- pescados —como atún y salmón con ácidos grasos omega 3 y 6—;
- carbohidratos —como el arroz o avena para dar un aporte calórico—;
- semillas y frutos secos.
Desde luego, esta dieta depende en gran medida de un entrenamiento adecuado para generar el aumento de peso y músculo que se necesita.
¿Listo para planificar tu dieta?
No es tan difícil entender qué es una dieta saludable, lo difícil es tener la disciplina para llevar un plan de alimentación adecuado.
¡No te desanimes! Solo hace falta querer lograrlo y continuar, incluso si en un principio no obtienes los resultados deseados. Es un proceso que lleva tiempo, ¡pero tú puedes!
Asesórate siempre con un nutriólogo, él será tu guía para este cambio tan importante.
Entonces, ¿te gustó el artículo? ¿Tienes alguna duda? ¡Déjanos tu comentario!